Aquel ayer

Tan cerca de las cuatro. Estoy sentada frente a la ventana…miro al cielo que se ha puesto gris…va a llover…quiero que llueva.
Estoy pensando en ti. Llovía cuando te conocí…llovía cuando te ame…llovía cuando te vi. por ultima vez…triste…todo esta triste. Todo esta nublado…el cielo, mis ojos, el tiempo. Todavía me pregunto que paso. Me amabas. Te amaba. Éramos felices con nuestro amor hecho de cosas tiernas, de cosas simples que nosotros hacíamos grandes.
Mi boca era tu aliento. Todo era bueno…la vida…las palabras…los minutos. Eras mi pasado, mi presente…llenabas mi tiempo con tu alegría, mi vacío con tu presencia. Ahora estoy sola. Otra vez sola. Con esta soledad agobiante que me pesa cada vez mas…sin tus palabras que me recuerden que soy un ser humano como cualquiera. Como otro ser humano. Me pregunto hoy si alguna vez lo fui…
Empezaste a amarme como mujer y yo empecé a amarte como a un Dios y todo fue real, con una realidad sin pausas.
Llego el día del llanto, de la despedida. Llore con una fuerza salvaje…sabia que me quedaba sin ti… ¡llore tanto!...pero no lo supiste!...no es digno llorar por algo que se acaba…así, simplemente, como si no hubiera empezado nunca. Entonces no debí hacerlo…así me lo enseñaste. Pero llore por tu angustia. Por mi amargura. Por nuestro fracaso, que no habíamos concebido. Talvez no fue fracaso realmente. Porque pudimos comprobar que existe algo sólido entre esta madeja blanda y confusa que es la vida….supimos filtrar lo mejor que el amor tiene, sacar una a una todas las cosas absurdas…limpiar el espíritu de ideas compradas…analizar cada uno de los momento vividos y comprobar que todos habían sido útiles…que nos habían dejado una experiencia.
Empezó a llover. Se que te gustara…estarás escuchando música, o talvez leyendo uno de tus libros o quizás algunas de mis cartas…quizás pienses en mi, me extrañes o extrañes mi tristeza, mis silencios inexplicables para todos…lógicos para ti. Talvez alguna palabra dicha al pasar te traiga el timbre de mi voz…
¡Estoy tan triste ahora!...quisiera verte pasar, de lejos…sin que supieras que mis ojos siguen tu imagen…verte pasar y que la lluvia moje tu pelo….pero no pasaras.
Pierdo el tiempo frente a los vidrios mojados de mi ventana. Tengo aun una loca esperanza y se que no te veré nunca…
Eso intangible que nos separo, existe; quedo pegado en un pedazo de mi alma y de la tuya…y no va a dejar que mires mis ojos que te hacían tan feliz, que tomes mis manos entre las tuyas para darles calor…tengo tanto frío…y ni siquiera me quedaran tus cartas…las queme, creyendo que Tambien quemaba los recuerdos. Eso fue al principio, cuando pretendía poder vivir sin ti, cuando creía saber vivir sin ti.
No vendrás… ¿mañana? No, todos los días serán iguales. Con mi espera loca…con tu lucha sorda. Con el deseo hecho desesperación…con mi tremenda mentira que me dice que alguna vez volveré a tus brazos…no importa cuando…
No es humano que sufra tanto!!! No tengo fuerzas, quiero morirme….pero tengo que vivir, porque algún día podrías llamarme…y quiero correr a tu llamada, empaparme con tu voz extraña…tengo que vivir porque si me llamas y no respondo te angustiaras…no quiero que te duela mi ausencia si me buscas.
Es de noche ya. Una noche negra, llena de agua …otra noche que pasa y después el día…y así siguen los días y las noches, cientos, miles, todos iguales…esperando que pase cualquier cosa que me saque de esta negrura en que estoy viviendo, que me deje respirar sin todo lo que ya no tengo…que mi dolor se haga duro, que tu recuerdo no me torture…ya no se que soy. Estoy vacía…estoy sola…con la noche…con esta lluvia que me habla de ti y no quiero escucharla.
…estoy gritando de dolor…
Mordiendo mi boca que te busca agotada…agotada
Otra noche más
Otra noche…